El otro día hablaba con un posible cliente y comentábamos la problemática que él encontraba en muchas ocasiones cuando revisaba las mediciones que llegaban a sus manos. Y no es que vinieran de personas ajenas al mundo del rótulo ya que en muchas ocasiones las había realizado gente que posteriormente iba a montar lo que él fabricará.
Sea por lo que sea, el caso es que cuando uno va a medir la fachada «sujeta» debe llevar tres uniformes. y ponérselos alternativamente. Paso a enumerarlos:
En primer lugar el uniforme de técnico, es decir, la persona que va a dibujar esa fachada, y tomar todos los datos que le van a ser necesarios.
En segundo lugar debe colocarse en el lugar del proyectista que va a diseñar el rótulo para esa ubicación concreta, cuanto se remete ese hueco , cuánto sale ese saliente, hasta dónde llegará,etc…
Por último debe colocarse el mono de trabajo y pensar en las dificultades que podrá tener el último eslabón, el que monta.
Creo que si realizamos estas tres acciones podemos pensar que el 90 % del éxito está asegurado.
Por último añadir que es fundamental la comprobación de los datos en obra y siempre tomando dos referencias distintas.
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